Horizon: An American Saga – Capítulo 2 (2024)

July 25, 2025

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Horizon: An American Saga – Capítulo 2 (2024) – Un Viaje Épico que Se Hundió en Sangre y Esperanza

La frontera no perdona. El polvo cubre los huesos de los hombres y las promesas de las mujeres. En Horizon: An American Saga – Capítulo 2, Kevin Costner continúa su ambiciosa travesía por el corazón salvaje del oeste americano, y esta vez lo hace con más furia, más emoción, y más tragedia. Lo que empezó como una epopeya de exploración se convierte ahora en un canto desgarrador a la resistencia humana.

Desde la primera escena, queda claro que el segundo capítulo no es una simple continuación: es un estallido. Las consecuencias de los eventos del primer filme marcan cada fotograma, y las decisiones de los personajes ahora pesan como plomo. Las familias que en el Capítulo 1 abandonaron sus hogares en busca de libertad en tierras indómitas, ahora enfrentan un horizonte distinto: uno teñido de traición, conflicto tribal, escasez, y desolación.

Kevin Costner vuelve a encarnar a Hayes Ellison, el hombre de pocas palabras y mirada que lo ha perdido todo menos la voluntad de seguir adelante. Su interpretación es magnética. Más que nunca, Hayes se convierte en el símbolo del alma rota de un país naciente: marcado por la violencia, por la culpa, pero también por una obstinada fe en un mañana mejor. Su relación con Frances (Sienna Miller), una mujer que también ha visto arder su pasado, es uno de los ejes emocionales del filme. Ambos entienden que el amor, en tiempos como estos, es una forma de rebelión.

Pero Horizon: Capítulo 2 no es sólo una historia de pioneros. Es una sinfonía coral, donde cada personaje —granjeros, soldados, mujeres nativas, huérfanos, predicadores, bandidos— lleva una carga, una historia que se cruza en caminos polvorientos o campos de batalla al amanecer. Costner, también director, logra entretejer todas estas líneas con paciencia narrativa y una sensibilidad que recuerda al cine clásico de Ford o Leone, pero sin romanticismos vacíos. Aquí no hay héroes, sólo sobrevivientes.

Uno de los arcos más conmovedores lo protagoniza Liluye (Q’orianka Kilcher), una joven apache atrapada entre su identidad y un mundo que intenta borrarla. Su viaje, paralelo al de Hayes, añade una mirada poderosa sobre el genocidio cultural y la dignidad en resistencia. En una escena inolvidable, Liluye camina por un bosque ennegrecido tras un incendio, mientras canta una canción ancestral, la única herencia que le queda. Es cine puro.

Visualmente, la película es un poema en movimiento. Los paisajes del suroeste estadounidense se presentan como personajes en sí mismos: crueles, hermosos, vastos. La fotografía de J. Michael Muro captura la textura del viento, el peso de los cielos, la amenaza del silencio. Las secuencias de acción —particularmente una emboscada nocturna y una tormenta que separa a una caravana en el desierto— están filmadas con una tensión casi espiritual. Aquí, el ruido de un disparo no es sólo sonido: es sentencia.

La música de John Debney acompaña el relato con cuerdas y lamentos que nunca distraen, solo intensifican. La banda sonora parece hablarnos desde el polvo mismo de la historia, susurrando verdades que los personajes aún no pueden aceptar.

Narrativamente, este capítulo se permite momentos de pausa: largas caminatas, diálogos junto al fuego, silencios cargados. No todo es acción. Hay tiempo para mirar el cielo, para escuchar una oración dicha con miedo, para enterrar a un ser querido sin palabras. Esto es lo que separa a Horizon de otras películas del género: su capacidad para mostrar la épica sin perder lo humano.

El final del filme —sin revelar detalles— deja al espectador con el corazón encogido y la certeza de que el verdadero clímax aún está por llegar. La guerra no ha terminado. El amor no ha vencido. Pero ambos aún cabalgan hacia el horizonte.

Calificación estimada: 9.6/10
Puntos fuertes: dirección majestuosa, actuaciones profundas, guion emocionalmente complejo, ritmo valiente, una visión cinematográfica sin compromisos
Puntos débiles: su duración (casi tres horas) puede intimidar a algunos, pero los que se entreguen serán recompensados con una experiencia inolvidable

Horizon: An American Saga – Capítulo 2 no es sólo una película del oeste. Es una elegía sobre la fundación de un país, una carta de amor y rabia al espíritu humano, y una advertencia: todo lo que crecemos sobre la tierra… algún día nos lo reclama.